viernes, 30 de noviembre de 2012

Entrevista con el señor Alcalde, don Francisco Domene

AL HABLA, EL ALCALDE

Un equipo de niñas del Colegio Gran Capitán entrevista al señor Alcalde


En la reunión que tuvimos para decidir a quién entrevistábamos para este primer número de nuestra revista digital salieron varias posibilidades, entre las que se encontraba la del Alcalde, Francisco Domene, que finalmente fue una de las elegidas. Así que concertamos una cita con este propósito y nos pusimos manos a la obra elaborando y consensuando las preguntas que le íbamos a hacer. Llegado el momento nos encontramos con una persona amable y cercana, que nos recibió con cariño en su despacho. Nos sentamos alrededor de una mesa y comenzamos con nuestra primera entrevista.
Buenos días, señor Alcalde.
Buenos días.
Nos gustaría conocerlo un poco mejor antes de preguntarle sobre el Ayuntamiento.
Muy bien.
¿Ha vivido siempre en Íllora?
Pues no, yo me vine a Íllora con seis años. Estuve viviendo en un pueblo que se llama Torrecardela, que mis padres eran maestros allí y después me vine a Íllora en el año 1981.
¿Qué recuerdos tiene del colegio?
¡Uh, pues del colegio muchísimos recuerdos! Yo vivía donde está ahora el parque con columpios y el almacén que hay en el colegio. Allí antes había unas casas, no sé si os acordáis, las casas donde vivían los maestros, y yo vivía allí; y la verdad es que nos lo pasábamos muy bien, sobre todo a principios de septiembre que no teníamos clase y nuestros padres trabajaban; todos los que vivíamos en el bloque éramos muy amigos, bajábamos abajo a jugar al colegio… Tengo muy buenos recuerdos, mi vida siempre ha estado ligada al colegio, vivía al lado y, tanto cuando estaba de vacaciones como cuando no, siempre estaba jugando en el patio del colegio… al fútbol o al bote o a cosas así.
¿Qué diferencia ve entre los juegos de ahora y los que practicaba cuando era niño?
Algunos siguen siendo los mismos, como el fútbol, que siguen jugando los niños a ese deporte que tanto nos gusta. La verdad es que ha cambiado mucho; antes no había tantas consolas, ni había tantos juegos electrónicos, y jugábamos al bote, al escondite, al pilla-pilla, al fútbol; pero no pasaba como ahora, que yo creo que los niños jugáis poco, jugáis más solos, con las consolas, y se juega menos en grupo; o sea que los juegos han cambiado bastante.
Desgranando sus recuerdos
Si pudiera volver el tiempo atrás, ¿a qué momento de su vida volvería?
Pues esos diez años que estuve allí (en el bloque de los maestros) para mí fueron superfelices. Yo me acuerdo de muchos maestros, por ejemplo una maestra a la que querían mucho en este pueblo, que era Pepita Matute; y por las tardes, por las noches, todos los niños nos metíamos en alguna de las casas de esos maestros y los días que no había colegio estábamos hasta las tres o las cuatro de la mañana jugando a casi todo, y la verdad es que fueron momentos muy felices e hicimos grandes amigos… Y también los cinco años que mi niña ha estado aquí en el colegio, y cuando nació, para un padre llevar a una niña al colegio también es uno de los momentos que me gustaría volver a vivir.
Cuando era pequeño, ¿pensaba ser alcalde? O lo que es lo mismo, ¿su vocación ha sido siempre la política?
No, cuando era pequeño yo quería ser actor, y en el colegio y en el instituto estuve muchos años haciendo teatro. Luego estuve algunos años entre la política y el teatro, pero alcalde de Íllora no se me pasó durante los años de colegio por la cabeza jamás.
¿Qué ha tenido que estudiar para llegar a la posición política en la que se encuentra?
Pues no se estudia para ser alcalde, ni para ser concejal. Eso es porque uno lo siente, porque le gusta y porque le gusta preocuparse por los problemas de los demás. Yo he estudiado Ciencias Políticas, es verdad, pero no hay ninguna carrera en la que se estudie para ser alcalde; para ser alcalde lo que tienes que tener es ganas de ayudar a la gente, de hacer cosas por tu pueblo; debes leer mucho y aprender mucho para mejorar como persona y para poder ayudar y solucionar los problemas de tus vecinos.
Y ahora que conocemos un poco mejor su pasado, vamos con el presente. ¿Qué es ser alcalde?
Pues ser alcalde para mí son muchísimas cosas, pero sobre todo ser alcalde es siempre levantarte muy temprano por las mañanas con la idea de poder hacer un poquito más felices a los vecinos de tu pueblo y acostarte por la noche teniendo la sensación de que ese día ha servido por lo menos para mejorar la vida de alguna persona del pueblo.
¿Es divertido? ¿Merece la pena?
Hay momentos que sí y momentos que no. Si merece la pena, yo creo que cuando sea más viejecillo valoraré si ha merecido la pena o no. Es verdad que en estos tiempos es poco divertido ser alcalde, porque ves que hay muchísima gente pasándolo mal, mucha gente que sufre y ves que para la gente ser alcalde es muy importante, pero desgraciadamente te das cuenta que aún siendo alcalde no se le puede ayudar a todo el mundo todo lo que uno quisiera y te encuentras con mucha impotencia porque no puedes solucionar los problemas como uno quisiera.
¿Le gusta la profesión de político?
Bueno, político no es una profesión, aunque hay muchos políticos que sí creen que ser político es una profesión. Político puede ser un pintor, un camarero, un albañil, un maestro, un médico, un empresario, el dueño de un bar… Cualquier persona que quiera transformar las cosas y mejorarla es político, pero el que crea que la política es una profesión, es que es un político del nunca os debéis de fiar, nunca.
¿Cuánta gente tiene trabajando a su cargo?
¡Uf! Unas 150 aproximadamente… Te has asustado, ¿has visto? Pues mira, ahí tenéis un maestro que tiene una pila de niños a su cargo, en su vida muchos más que yo. Es difícil.
¿Cuántas horas diarias le dedica?
Pues… doce, catorce horas diarias… o más.
En su mesa de trabajo
¿Es muy complicado dirigir un Municipio con seis pueblos diferentes?
Pues sí, porque los de Escóznar quieren lo suyo, los de Alomartes, los de Tocón… Cada pueblo mira por sus intereses y es muy complicado. En pueblos como, por ejemplo, Huétor Tájar sólo hay un colegio o dos; aquí hay seis colegios, seis pistas deportivas, hay seis fiestas… Todo multiplicado por seis, entonces es muy difícil, pues todos los problemas están multiplicados por seis. No es lo mismo estar en un pueblo en el que todo esté en el mismo núcleo que aquí, que necesitas seis veces más dinero que en otros municipios que esté todo junto.
¿En qué se diferencian unos candidatos de otros cuando se presentan a alcalde?
En muchas cosas… En las ideas, cada uno tiene unas ideas. Uno tiene una forma de enfocar, por ejemplo, la educación y cómo se gestionan los colegios, los centros de salud, o entienden que servicios como asuntos sociales; sabéis lo que es, que se dedican a cuidar a las personas mayores y otras cosas; pues unos tienen unas ideas y otros tienen otras, tienen valores diferentes y también las personas, aunque sean del mismo partido, se diferencian porque son muy importantes el carácter, la actitud que tienen, su educación… Cada persona es diferente y todos los candidatos son diferentes, todos.
¿Por qué la mayoría de los políticos son hombres?
Porque desgraciadamente vivimos en un mundo machista todavía. Desgraciadamente, aunque las leyes van muy por delante, las personas y la sociedad va por detrás. Nosotros tenemos aquí mujeres muy preparadas que iban en la candidatura, pero es verdad que para una mujer siempre es más difícil que para un hombre, y si una mujer es joven aún más. Yo afortunadamente en el equipo de gobierno he contado con mujeres muy jóvenes, que les he dado mucha responsabilidad. Pero es verdad que es muy difícil, porque el mundo de la política y de la administración del ayuntamiento siempre ha estado dirigido por hombres, entonces hacen falta alcaldes y políticos que le den oportunidades a las mujeres y que las pongan de igual a igual con los hombres, pero eso todavía queda muchísimo tiempo para que llegue.
¿Cómo han afectado los recortes al dinero del Ayuntamiento?
Pues muchísimo, este año por ejemplo ha habido muy poquito dinero para las fiestas, podemos contratar menos gente, los abuelos ya no tienen ley de dependencia y no se les puede mandar personal y auxiliares para que les ayuden; también en educación o en sanidad las obras son muchísimo menores; el mantenimiento de los edificios –polideportivos, colegios- se puede gastar mucho menos… Y ha afectado muchísimo a la gente, pero hemos intentado recortar en cosas que creemos que son menos importantes para los vecinos. Por ejemplo, las fiestas para nosotros son menos importantes que la guardería. Hemos intentado recortar en las fiestas, aunque podíamos haberlo hecho de otra manera, pero intentar no recortar en cosas tan importantes como la guardería.
¿Qué cosas se hacen en el ayuntamiento para los niños y las niñas?
Se están haciendo muchísimas cosas ahora; hacemos programas de educación, aparte de las fiestas que las enfocamos con un carácter especial para los niños, todas las instalaciones deportivas las hemos mejorado muchísimo, porque tanto el tema de la gimnasia, taekwondo fútbol… son muy importantes para los niños. Hacemos programas de juventud, hay una asociación de jóvenes y organizamos encuentros juveniles, el día de la bicicleta… Todo lo que podemos intentamos hacerlo para niños y niñas, cada vez los niños y niñas son más complicados, porque antes los niños tenían muy poco de todo y cualquier cosa que se hacía en el pueblo llamaba la atención; ahora casi todo lo que se hace en unas fiestas lo han visto ya en otro sitio y es muy difícil que los niños se sorprendan. Yo digo que los adultos teníamos que tener esa capacidad de sorpresa en las cosas que se hagan, pero es muy difícil que cualquier cosa que se haga en el ayuntamiento llame la atención de los niños; aún así intentamos tener un catálogo de actividades interesantes para todos os niñas y niñas del pueblo.
En el Salón de Plenos

¿Tiene alguna anécdota graciosa de los años que lleva a cargo de la alcaldía, que quiera contarnos?
Y que pueda, algunas no puedo (risas). Pues cuando yo llegué de alcalde aquí, en 2003, yo cambié las cerraduras del ayuntamiento. El ayuntamiento se abre a las ocho y yo llegaba a las siete y media. Las llaves me las dieron a mí y sólo las tenía yo en aquellos momentos. Pues un día me quedé dormido y cuando llegué aquí a las nueve estaban todos los trabajadores esperando en la puerta, porque ninguno podía entrar. Y han pasado muchas, pero esa ha sido una de las más graciosas.

Muchas gracias por dedicarnos su tiempo.
Gracias a vosotros.

Con posterioridad se entabló una conversación distendida e informal en la que el alcalde nos pidió que le dijéramos cosas que nosotros viéramos que se necesitaban en el pueblo, o actividades que nos gustaría que se hicieran. Y le dimos algunas ideas, pero nos hizo prometer que no se lo diríamos a nadie, porque cuando se fueran haciendo, todo el mundo iba a decir que la idea había sido suya, mientras que de esta forma podremos afirmar que tal cosa se ha hecho, porque nosotros se lo dijimos al alcalde el día que estuvimos en su despacho haciéndole una entrevista.

Pues señor alcalde, desde La Voz de Íllora, le deseamos toda la suerte del mundo en sus deseos por mejorar el pueblo y hacer felices a sus vecinos.

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